Casi nunca te he dicho que eres bella
Ni es preciso ni tú lo necesitas
Las ansias de mi amor son infinitas
Y no pueden contarse las estrellas
Se admira el cielo y no se dice nada
El amor verdadero es casi mudo
Es casto el aire porque está desnudo
La voz del corazón es la mirada
In Fortuna y lástimas de amor, 1994, Rafael Lasso de La Vega
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